Sabíamos que nuestro vecino había sido en algún momento un planeta totalmente diferente a la bola anaranjada y polvorienta que es actualmente, pero la sorpresa de la NASA ha sido mayúscula al descubrir que el agua sigue fluyendo en Marte.
Sí, esto supone que Marte mantiene un ciclo de agua activo que consigue maquillar, aunque sea parcialmente, la imagen de planeta desolado que nos ha transmitido desde que tuvimos la ocasión de empezamos a ver imágenes de su superficie.
Dicho flujo de agua es intermitente, de manera que está activo durante los periodos cálidos, y en su recorrido arrastra consigo minerales que dejan líneas negras cuando desaparece a consecuencia de la llegada de las estaciones frías.
Como podréis imaginar es un descubrimiento importante que implica una gran cantidad de posibilidades, ya que hasta ahora cuando se hablaba de agua en Marte se hacía como referencia al agua congelada o a la que habría tenido en su superficie hace mucho tiempo.
Gracias a este hallazgo vuelven a ponerse sobre la mesa ideas que no rechazan la posibilidad de que siga habiendo vida microorgánica en el planeta, esto es, seres unicelulares capaces de sobrevivir en entornos realmente hostiles, como por ejemplo la superficie marciana.
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